
Por Jonathan Novak
“The Good Place” es una serie de televisión creada por Michael Schur de tono humorístico y perteneciente al género fantástico. En esta obra, se nos cuenta la historia de Eleanor Shellstrop, una mujer la cual ha llegado a “El Buen Lugar” por error. A partir de esta premisa, la serie se enfoca en la evolución de los personajes principales quienes viven en esta especie de paraíso.
“The Good place” es una serie que te mantendrá entretenido, de eso no hay duda. Su humor juega con las debilidades de todos los personajes principales y cómo estas interactúan con los defectos de los otros. Las situaciones que nos presentan son una versión caricaturizada de la vida humana con lo que se logran situaciones que llegan al absurdo, pero sin dejar de plasmar una sonrisa en el espectador.
Toda obra narrativa que se respete debe buscar el crecimiento de sus personajes, al menos de los principales, esta evolución le permite al espectador sentir que la obra avanza no sólo a nivel de los eventos narrados, en “The Good Place”, la evolución de los personajes es de hecho su principal motivación. El caso de Eleanor es el primero que salta a la vista, pues, con una vida poco ejemplar, es obvio que ella no debería estar en “El Buen Lugar”, luego tenemos a Chidi, quien es incapaz de llevar una vida plena debido a su tendencia a pensar demasiado todo. Así continúa la serie, mostrándonos que estos personajes están lejos de ser perfectos e incluso, los seres inmortales, pueden cambiar con el paso del tiempo.
El manejo general de “The Good Place” me pareció caótico, tiene momentos de genialidad que son agradables y muy apreciados, sin embargo, da la sensación de reutilizar los mismos trucos una y otra vez, lo cual, a la larga, le quita la sorpresa y la vuelve un poco monótona entre la segunda y la tercera temporada.
La inclusión de conceptos filosóficos me pareció muy adecuada, la temática principal de la serie es el bien y el mal y, al incluir las ideas de tantos autores, podemos ver que es un tema sumamente complejo, el cual se puede abordar desde múltiples ángulos y que, aunque creas saber la respuesta correcta, ante una situación real es difícil actuar en consecuencia a nuestras convicciones teóricas.
Rescato el capítulo final como un cierre muy bueno para esta obra, en él podemos observar el avance general de todos los personajes, a cada uno se le da su espacio para mostrar quienes son ahora, con un tono sobretodo melancólico, ofrece una catarsis adecuada al espectador, el cual no se quedará deseando más ni esperando un final distinto. El objetivo de esta historia era el cambio de nuestros protagonistas y este episodio se encarga de reflejarlo perfectamente.
“The Good Place” empieza con una premisa interesante, te ofrece giros de tuerca que no esperabas y, aunque su narrativa errática se cae en momentos, es una serie que vale la pena ver.