
Por Jonathan Novak
En medio del fenómeno Infinity War – Endgame, Sony Pictures Animation y Marvel Entertainment nos regalaron una película ubicada en dos extremos, por un lado, tiene todo que ver con el amplio multiverso de Marvel Comics, por el otro, se encuentra alejada del MCU.
Afortunadamente, este pequeño experimento fue todo un éxito. Y esto no sólo en lo que se refiere a ganancias, que si bien se queda corta en relación con las producciones “live action” de la misma temática, sí pudo obtener una considerable suma de dinero. Nos referimos pues, a una película que logra introducirse como una excelente oferta en lo que se refiere a las películas de superhéroes.
El manejo de la trama
Con tres reboots recientes en la saga de Spider-Man y siendo uno de los cómics más conocidos de Marvel, ya era hora de que los escritores hallaran una forma mejor de contar el origen de este icónico personaje. Pues bien, Spider-Man: Into the Spider-Verse empieza con… una escena relatando el origen de Spider-Man, afortunadamente ésta toma escenas conocidas y las introduce con un tono humorístico sin detenerse demasiado en los detalles que ya de sobra conocemos. Esto mismo se repite para los personajes secundarios (los llegados de otras dimensiones) y si bien las historias son similares, es divertido ver estas reinterpretaciones de nuestro querido Spider-Man.
Son estas similitudes lo que hace tan atractiva esta idea. Todos los personajes que ayudan a nuestro protagonista son después de todo versiones alternas de su propio destino, un concepto que me hace recordar interpretaciones de viajes en el tiempo, donde ciertos eventos son “necesarios” e inamovibles. De alguna manera esta película parece abordar esta idea en la que sin importar el rostro detrás de la máscara, siempre debe haber un Spider-Man.
La trama continúa abrazando estos lugares comunes, cambiando detalles de tal manera que, incluso sintiéndonos cómodos con los personajes, se nos ofrece la oportunidad de sorprendernos.
La animación
Un poco de CGI sazonado con un estilo cell shading y un filtro estilo cómic para acompañar. Estos tres elementos llenan la película de una esencia única, un experimento inmersivo que es utilizado para hacernos sentir que estamos viendo, en efecto, un cómic en movimiento. En principio el estilo puede resultar confuso, el efecto de “blur” sobre los objetos en movimiento crea borrones en la imagen de turno. Esto por sí mismo no resulta agradable, pero son incidencias con las que se puede vivir y que, con una mirada crítica, resultan en el realce al estilo cómic que se intenta transmitir.
Finalmente, Spider-Man: Into the Spider-Verse, fue un experimento, uno de esos dichosos que resulta en una experiencia única y cuya influencia, espero, nos regale películas de animación con este grado de calidad en el futuro.