
Por Jonathan Novak
¿Por qué Half-Life tiene la fama que tiene? ¿Se debe a su hisotria? ¿A su jugabilidad? o acaso son sus adelantados gráficos. La respuesta es, ninguna de las anteriores, o quizás, una mezcla de todas.
Half-Life es una saga de videojuegos desarrollados por la mítica Valve. En ésta se narran los eventos que siguen a un desastre científico ocurrido en Black Mesa, un centro de investigación científica ubicado en el desierto de Nuevo México. Durante este evento, de manera accidental, se abren una serie de portales a otras dimensiones, lo que provoca que el centro, y posteriormente el planeta, se vea invadido por criaturas alienígenas.
1998 fue un gran año para los videojuegos. Con grandes títulos como: “The Legend of Zelda: Ocarina of Time”, “Metal Gear Solid” y “Banjo-Kazooie”, entre otros, podemos clasificar a este año como uno de los mejores para la industria. Este fue también el año en que Half-Life vio la luz del día. Siendo un FPS, muchos creerían que Half-Life sería otro del montón; afortunadamente, esta afirmación resultó ser un error. Al igual que los videojuegos antes mencionados, Half-Life revolucionó la industria.
Pero, ¿cómo una recién nacida como Valve fue capaz de convertirse en el gigante que es ahora? La respuesta es este juego, el primero que desarrollaron y por el cual muchos, el día de hoy, sentimos un gran cariño.
La historia
Si bien no podemos decir que la historia de Half-Life es la mejor de todas, sí podemos aceptar que su enrevesada trama es uno de sus principales atractivos. Recordemos, por ejemplo, a G-Man que es, por mucho, uno de los personajes más misteriosos de los videojuegos, el cual se dedica a observar de cerca tu progreso sin interferir, aparentemente, en ningún momento, pero que al avanzar en la trama se muestra como una especie de marionetista. Además de este interesante personaje, tenemos también un lore rico, el cual se extiende incluso a otras franquicias de Valve, ¿cómo olvidar los guiños ocultos en Portal? esos que al parecer tendrían una fuerte influencia en el desarrollo de la trama que nunca llegamos a ver. Este es un juego que brilla por los pequeños detalles, esos que no notas de inmediato pero que hacen de éste un videojuego especial.
La jugabilidad
En cuanto a jugabilidad, Half-Life no logró ser la gran cosa. Algo destacable de las últimas entregas es la utilización de una inteligencia artificial revolucionaria. Con la llegada del motor Source, Valve logró crear un sistema de enemigos los cuales lograban comunicarse. Esto generaba que los enfrentamientos contra la IA fueran más interesantes, pues, por medio de esta comunicación, podían generar pequeños planes para franquear la posición del jugador y, así, obligarlo a cambiar de estrategia constantemente.
La ausencia de Cutscenes
Algo por lo que Half-Life es ampliamente recordado es por su ausencia de “cutscenes” (escenas donde se presentan partes de la historia, pero que arrebatan el control al jugador). Esto no significa que el juego carezca de escenas narrativas, todo lo contrario, sin embargo, éstas son empleadas de una manera distinta, tan bien implementada que no te das cuenta de la ausencia hasta que haces consciencia de las mismas. De hecho, esta falta de “cutscenes” sólo ayuda a que el jugador se sienta realmente en la piel de Gordon Freeman, pues, aun y cuando estás en una escena expositiva, tienes la libertad incluso de no prestar atención.
Half-Life es una saga como pocas, una que no se podría condensar en pocas palabras, una de esas experiencias que invitas a tus amigos a disfrutar, pues sabes que no se arrepentirán. Con el lanzamiento del primer trailer de “Half-Life: Alyx”, los fans no podríamos estar más contentos, esto habla de la calidad detrás de Half-Life, pues, a pesar de ser una saga inconclusa, la cual tuvo su última entrega oficial en el año 2006, sigue teniendo un lugar especial en los recuerdos de todos sus fans. No me queda otra que recomendar a todos aquellos que no hayan jugado estos juegos, que lo hagan, estoy seguro que disfrutarán cada segundo.