
Por Jonathan Novak
Escrita en 1989 por Paco Ignacio Taibo II, “No habrá final feliz” es una novela negra ubicada en el México de los 80’s. En esta obra, el autor trae nuevamente a su conocido personaje Héctor Belascoáran Shayne, un detective privado muy diferente a los descritos en las novelas policíacas clásicas. “No habrá final feliz” es la cuarta novela de la serie de Belascoáran y, en esta entrega, se cuenta el desafortunado encuentro entre el detective y los restos del grupo paramilitar conocido como “los Halcones”.
A lo largo de la trama, Belascoáran será enfrentado a un misterioso asesinato, el cual poco parece tener que ver con él. Si bien el desconocido asesino advierte al detective de mantenerse alejado del caso, éste sólo logra intrigar a Belascoáran por lo que, a pesar de las amenazas, decidirá llegar al fondo del asunto.
Como mexicano, es extrañamente refrescante el sumergirse en la ficción sazonada de sabores propios y conocidos. Con esta obra, eso es justo lo que se obtiene. Paco Ignacio Taibo II logra en esta novela no sólo llevarnos por una narrativa interesante, sino que nos envuelve con pequeños toques de cultura mexicana. Durante el desarrollo de la historia, los personajes demuestran características propias del mexicano: la manera de “tomarse el pelo” de los personajes, la triste e inequívoca presencia de impunidad en el país, el constante uso de la jerga mexicana, así como muchos otros ejemplos. Paco Ignacio Taibo II podrá no haber nacido como mexicano, sin embargo, con esta obra, nos demuestra que la mexicanidad es algo que se puede obtener.
Se dice que México es un país surrealista, esta idea puede ser confirmada por cualquiera que haya visitado nuestro bella e incongruente nación. En este caso, “No habrá final feliz” funge como una ventana a este surrealismo. En más de una ocasión me topé con situaciones en la novela cuya lógica parece innegable, pero, de residir en otro país, podrían pasar como situaciones fantásticas. Ejemplo de esto son los múltiples crímenes impunes a lo largo de la historia, una situación que resulta decepcionante de nuestro país pero que no podemos negar como una realidad latente.
A lo largo de poco menos de doscientas páginas, Paco Ignacio Taibo II se encarga no sólo de contar una historia de detectives privados y de crímenes misteriosos; con el pasar de las hojas, el autor nos transporta a la realidad mexicana, algunas veces triste, otras divertida, pero siempre interesante.