
Por Aledith Coulddy
*CONTIENE SPOILERS*
Star Wars fue uno de los grandes, se atrevió a innovar en una época y con un género cinematográfico que pocos se habían arriesgado a explorar. Revolucionó el terreno de la aventura espacial, aunque no cupiera dentro de la ciencia ficción, e hizo enormes aportaciones al arte de los efectos técnicos y visuales. No conforme con eso, además le otorgó a la audiencia una historia plagada de personajes atractivos con los que niños y adultos empatizaban.
En el siglo XXI, muchos años después de que se hubiera estrenado la primera película de Star Wars (42 años específicamente), el mundo del cine ha crecido en todos los sentidos y direcciones posibles. La tecnología audiovisual se ha desarrollado de tal forma que, a pesar de que ya poco nos sorprenda, nos sigue maravillando por su continuo progreso. La calidad actoral en el gremio no ha mermado, los guiones cada vez son más ambiciosos y, aunque no todos, persisten en la búsqueda de complacer, sorprender y asegurarle al espectador un buen rato.
Dicho esto, podemos observar que lo que en un inicio le dio tanto poder y prestigio a la saga de Star Wars, hoy en día es algo que se puede considerar común, e incluso que se exige dentro de las salas de cine para que una película sea considerada de valor.
Leer más.